Reseña del libro Recursos humanos y perfeccionamiento empresarial en Cuba
La Editora Política publicó en diciembre del 2012 el libro “Los recursos humanos y el perfeccionamiento empresarial en Cuba”, del Doctor en Ciencias Económicas y Profesor Titular Santiago Alemán Santana, el Máster en Estudios Sociales y Profesor Auxiliar, Orlando Saroza Monteagudo y el Máster en Estudios Sociales y Profesor Asistente Jorge Pérez Méndez, todos profesores de la Escuela del Partido de Villa Clara.
El texto referido, junto a sus artículos aparecidos en los últimos años en las revistas “Marx Ahora”, números 27 y 33, “Temas”, números 54 y 66, “Economía y Desarrollo” del 2006 y el 2009 e “Islas”, número 177, constituye un resultado científico que resuelve, en lo fundamental, el necesario enriquecimiento teórico sobre la interacción recursos humanos–perfeccionamiento funcional de la empresa cubana de todo el pueblo, dados los requerimientos cognitivos para la elevación de los niveles de desempeño en aras de hacer más efectivas las transformaciones prácticas actuales. Con él se enriquece la Economía Política de la Construcción Socialista en la medida que: 1) se sistematizan los elementos teóricos esenciales que explican los nexos esenciales propiedad social – gestión de recursos humanos – eficiencia empresarial y particularmente el proceso dialéctico de realización de la propiedad social, 2) se expone una visión científicamente argumentada sobre el lugar de la identidad productor-propietario y la conciencia económica en el destino del sistema socialista en construcción y el estado real de este proceso en la práctica y 3) se brindan generalizaciones pertinentes respecto a los factores socioeconómicos básicos que obstaculizan el desempeño de los recursos humanos en el proceso de perfeccionamiento empresarial y se proponen las direcciones esenciales en que deben producirse los cambios para garantizar el funcionamiento eficiente de las empresas de todo el pueblo como garantía de la consolidación del Socialismo en Cuba.
En síntesis, este resultado científico consiste en la fundamentación conceptual de un componente básico del actual proceso de actualización del modelo de construcción socialista: el perfeccionamiento funcional de la empresa cubana de todo el pueblo.
Intentaremos exponer en forma de tesis algunas de las ideas principales desarrolladas en el trabajo de manera que los lectores capten la lógica seguida y se familiaricen con el contenido, particularmente del libro, que se expone a lo largo de seis capítulos, en poco mas de 200 páginas.
El factor principal del desarrollo económico-social es el propio hombre, quien mediante su actividad consciente transforma la naturaleza y a sí mismo en un proceso histórico de continuidad y ruptura.
La categoría recursos humanos[1] adquiere diversas dimensiones, a saber: primero, en el sentido más amplio, y con visión de perspectiva, incluye a todas las personas, expresa las potencialidades transformadoras del hombre, actuales o futuras, expuestas o no, y sus valores éticos, y refleja la interrelación de los intereses individuales colectivos y sociales en su unidad contradictoria, en la medida en que sintetiza el cúmulo de relaciones humanas. Segundo, los recursos humanos son portadores de determinadas relaciones de producción que caracterizan los diferentes regímenes socioeconómicos y los fenómenos superestructurales que les corresponden. Tercero, en el sentido estrecho, como categoría vinculada a las fuerzas productivas, refleja las potencialidades humanas para el trabajo, es decir, los conocimientos, capacidades, habilidades, hábitos y experiencias de los trabajadores.
Una definición de los recursos humanos de la empresa, no puede pasar por alto ninguna de las dimensiones expuestas. Los hombres interactúan entre sí y con los medios, como fuerza de trabajo, como seres humanos cargados espiritualmente y parte inseparable de la sociedad a la cual pertenecen.
Por recursos humanos de la empresa debe entenderse al hombre vinculado a la producción y los servicios, con independencia de su nivel jerárquico en las estructuras organizacionales y funciones específicas, con sus conocimientos, capacidades, habilidades, hábitos, sentimientos, convicciones y valores, traducidos en acciones, como principal fuerza productiva y portador de las relaciones de producción propias del sistema socioeconómico y político establecido, con determinado compromiso social.
Para el socialismo los recursos humanos constituyen su más preciado capital; el capital humano implica no sólo conocimientos, sino también y muy esencialmente conciencia, ética, solidaridad, sentimientos verdaderamente humanos, espíritu de sacrificio, heroísmo, dignidad y patriotismo.
El socialismo significa la ruptura de la dicotomía productores-propietarios. Todos los trabajadores se convierten en dueños y los directivos brotan de ellos. Se crean las premisas suficientes para la expresión plena de las capacidades creativas del hombre y el desarrollo de nuevos hábitos, sentimientos, convicciones y valores humanos
En el ámbito empresarial mundial se ha producido un evidente vuelco hacia la priorización del lugar de los recursos humanos debido a las particularidades del panorama internacional, caracterizado por la globalización de la producción y los mercados, la utilización de tecnologías de punta y una fuerte rivalidad competitiva, todo lo cual lanza a primer plano el potencial humano como ventaja competitiva. La ventaja competitiva referida a las potencialidades del hombre sólo puede ser asegurada con una efectiva Gestión de Recursos Humanos, vista como el conjunto de actividades que se realiza en una organización para obtener, mantener y desarrollar ese recurso, que en el socialismo coincide con la conducción del proceso de realización socioeconómica del nuevo productor-propietario. La evaluación del desempeño, cuyo objetivo consiste en proporcionar una descripción exacta y confiable de la manera en que el trabajador o directivo realiza su labor, aparece como elemento de singular importancia.
El hombre y sus niveles de desempeño determinan sobre las perspectivas reales de las empresas cubanas y del sistema socioeconómico en su conjunto. La propiedad de todo el pueblo constituye el pilar fundamental en el proceso de conformación de los recursos humanos propios del socialismo, es decir, del hombre como verdadero productor-propietario socialista.
La propiedad[2] en general debe ser vista como el sistema muy complejo de vínculos socioeconómicos, objetivos, establecidos entre los hombres en determinadas condiciones del desarrollo social, en virtud de la apropiación de los medios de producción y de los resultados del trabajo. Por tanto, primero, no se trata de la relación hombre-objeto; segundo, no constituye un componente más de las relaciones de producción, una relación de producción independiente; y, tercero es el fundamento general de todo el sistema de relaciones de producción, del cual forman parte también las relaciones de dirección.
La propiedad social se expresa en todo el proceso de reproducción del sistema, donde el consumo es su concreción más exacta, su manifestación final; en él se entroncan definitivamente los planos social e individual de la propiedad. La propiedad personal del trabajador no es sino la forma concreta en que se realiza la propiedad social en la esfera del consumo, como condición de su bienestar.
La propiedad de todo el pueblo, en convivencia con la cooperativa y otras formas no exactamente socialistas, necesarias en la transición del capitalismo al socialismo, constituye el fundamento del régimen en construcción, puesto que se trata de los vínculos socioeconómicos y éticos de colaboración, cooperación y solidaridad humana establecidos entre todos los ciudadanos en virtud de la apropiación sobre los medios de producción principales y los resultados del trabajo global. Es ahí donde cristalizan los intereses de la sociedad en plena correspondencia con la naturaleza y tendencia histórica del socialismo; se trata de la base objetiva de la necesaria unidad nacional. Pero la propiedad social genera contradicciones que obstaculizan su funcionamiento y deben solucionarse en los marcos de sus fronteras.
El desarrollo, en Cuba, pasa por el perfeccionamiento del sistema de relaciones de propiedad, particularmente la de todo el pueblo y de su forma organizativa fundamental, la empresa socialista, sin subestimar el papel de los otros tipos económicos presentes en la transición extraordinaria del capitalismo al socialismo que vive el país. Tal desarrollo aparece estrechamente ligado a la realización socioeconómica del productor-propietario socialista[3], como proceso continuo y ascendente en el cual se materializan los intereses de los trabajadores en los marcos de la unidad contradictoria del sistema de relaciones de producción endógenas que son, a su vez, conciliados al nivel de la sociedad. En este proceso cristaliza la satisfacción de las necesidades materiales y espirituales del trabajador y se afianza su conciencia dual de propietario y productor directo[4]. El proceso creciente de conformación de la identidad productor-propietario crea las condiciones y los incentivos suficientes para impulsar la multiplicación incesante de la riqueza social en aras del desarrollo libre y multilateral de cada uno de los miembros del colectivo y de la sociedad en pleno.
La reproducción, cuyo escenario básico es la empresa de todo el pueblo, enfocada en su conjunto, no produce solamente valores de uso, mercancías y ganancias, sino que produce y reproduce a los productores-propietarios conjuntos, el colectivismo, la cooperación y el bienestar. Pero como muestra la experiencia histórica, la combinación de determinados factores económicos, sociopolíticos e ideológicos adversos deforma los canales reproductivos, obstaculiza la realización socioeconómica del productor-propietario socialista y el desarrollo de su conciencia, y entonces puede sobrevenir la crisis hasta llegar, incluso, al colapsamiento del sistema en general.
El perfeccionamiento empresarial[5] constituye por su esencia un nuevo mecanismo económico, cuyo objetivo básico es alcanzar la eficiencia económico-social y la competitividad que posibilite mayores aportes al desarrollo integral del país, como prueba de la superioridad del socialismo respecto al capitalismo y garantía del bienestar social y de la permanencia y consolidación de la Revolución. Se trata de conformar una empresa eficiente y competitiva, sobre la base de relaciones socialistas, con la participación consciente, activa y efectiva de los productores-propietarios en la adopción de decisiones y altos niveles de desempeño de los recursos humanos, movidos por profundas convicciones acerca del papel de protagonistas en la estratégica tarea de construir el socialismo.
Pero la realidad es que el proceso de realización del productor-propietario socialista enfrenta importantes obstáculos, tanto desde el punto de vista de la concepción misma, como de la aplicación del perfeccionamiento empresarial[6].
La concepción estatal sobre el perfeccionamiento empresarial en Cuba, expuesta en los documentos rectores del proceso, muestra inconsistencias en la definición de su alcance estratégico y de algunas categorías básicas que lo explican, por el empleo deficitario de la Economía Política. No trata suficientemente el contenido, los mecanismos, vías y resultados de la realización socioeconómica del productor-propietario socialista y el extraordinario papel de la conciencia económica, ni principios cardinales como el enfoque político de los problemas económicos, la justicia social y el humanismo. Las limitaciones conceptuales favorecen las deformaciones en las relaciones de producción socialistas en nacimiento.
Visto el problema desde la óptica de la vinculación teoría-práctica la cuestión básica reside en que el trabajador ejerce su condición de propietario mediante los órganos de dirección de la empresa y la sociedad. Las relaciones de dirección asumen un papel determinante y el nexo centralismo–democracia aparece como el nudo de todo el sistema de contradicciones. Las deformaciones en las relaciones de dirección[7], por su incidencia en todo el sistema de relaciones de producción, constituyen el obstáculo principal a la realización socioeconómica del productor-propietario socialista, un freno significativo al perfeccionamiento empresarial y al desarrollo económico y social.
Las empresas en perfeccionamiento, a pesar de los incuestionables resultados obtenidos, han enfrentado limitaciones y presentado insuficiencias que lastran los niveles de desempeño de sus recursos humanos.
En el plano más concreto los obstáculos fundamentales que enfrenta la realización socioeconómica del productor-propietario socialista en Cuba, y en especial, en la aplicación del perfeccionamiento, empresarial, pueden sintetizarse del modo siguiente: 1) insuficiencias en el ejercicio de la democracia socialista y el enfoque limitado del desarrollo humano, visto en su sentido más integral, por las limitaciones y formalismos de los mecanismos participativos, que conducen a deformaciones del mecanismo económico que posibilitan el centralismo burocrático, el acomodamiento, la corrupción, la apatía popular, el dejar hacer y muchos otros fenómenos ajenos al sistema que pretende construirse; 2) la deformación de las relaciones de distribución que afectan los niveles de vida de los trabajadores y generan el consumismo y el rechazo al trabajo; 3) las deformaciones de las relaciones de intercambio, cuando se absolutiza su carácter mercantil, conducen al florecimiento del mercantilismo, el individualismo y el egoísmo en detrimento del colectivismo y la conciencia humanitaria; 4) la desatención a los servicios primarios destinados a los trabajadores, lo que implica niveles de insatisfacción del consumo, sobre cuya base se generan chanchullos y privilegios que conducen a la deformación del hombre y la diferenciación social no justificada; 5) el debilitamiento del trabajo político–ideológico, cuya manifestación más notable es la subestimación del papel del hombre y su conciencia en la construcción del socialismo.
Se trata fundamentalmente de un problema de cuadros, pues no en todos los cargos está ubicado el hombre o mujer con la capacidad, los conocimientos, la entrega, la honestidad, la ejemplaridad y los valores humanos y revolucionarios necesarios.
El perfeccionamiento empresarial debe ser visto como la transformación revolucionaria del funcionamiento de la empresa socialista. La solución de la problemática planteada tiene que ver, entre otras cosas, con: el desarrollo de la educación económica como parte del proceso actual de despliegue del trabajo ideológico, el desarrollo de la concepción del perfeccionamiento empresarial, el reforzamiento del control sobre la aplicación de la proyección conceptual y sus resultados a todos los niveles; la revisión a fondo de los mecanismos selectivos y participativos, de modo que garanticen la democracia socialista y la necesaria movilidad, estabilidad y liderazgo de los cuadros.
El perfeccionamiento funcional de la empresa cubana de todo el pueblo aparece como un componente esencial del actual proceso de actualización del modelo de construcción socialista.
Finalmente, los autores esperan que el libro “Recursos humanos y perfeccionamiento empresarial en Cuba” no esté destinado a dormir el sueño eterno en los almacenes de la Editora Política o a la destructiva crítica de los roedores.
Santa Clara, septiembre del 2013, “Año 55 de la Revolución”.[1] Véase Santiago Alemán Santana, Orlando Saroza Monteagudo y Jorge Pérez, La identidad productor–propietario y el perfeccionamiento de la empresa estatal cubana a la luz del pensamiento guevariano, Revista Economía y Desarrollo, No1, 2009
[2] Véase Santiago Alemán Santana, Orlando Saroza Monteagudo y Jorge Pérez, El socialismo en el siglo XXI y la propiedad de todo el pueblo, Revista Marx Ahora, No, 27, 2009
[3] Véase Santiago Alemán Santana, Orlando Saroza Monteagudo y Jorge Pérez, El proceso de realización del productor-propietario socialista en Cuba: enfoque teórico y retos prácticos, Revista Temas, No, 54, 2008
[4] Véase Santiago Alemán Santana, Orlando Saroza Monteagudo y Jorge Pérez, La conciencia económica socialista: problemática de máxima prioridad estratégica para Cuba, Revista Marx Ahora, No, 33, 2012.
[5] Véase Santiago Alemán Santana, Orlando Saroza Monteagudo y Jorge Pérez, Reflexiones sobre los recursos humanos y el perfeccionamiento de la empresa estatal cubana a la luz del pensamiento guevariano, Revista No. 177, 2008.
[6] Véase Santiago Alemán Santana, Orlando Saroza Monteagudo y Jorge Pérez, Reflexiones críticas sobre la concepción del perfeccionamiento empresarial en Cuba, Revista Temas, No, 66, 2011
[7] Véase Santiago Alemán Santana, Orlando Saroza Monteagudo y Jorge Pérez, Relaciones de dirección: un enfoque desde
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