BENNY, EL BÁRBARO DEL RITMO EN CUBA
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Por Luis Machado Ordetx
LAJAS.— CIENFUEGOS.— Cuba.— El sepulcro de Benny Moré, en el poblado de Lajas, no sólo alberga la osamenta del más genial de los músicos populares de Cuba, sino también constituye el primero que en la Isla es declarado Monumento Nacional, y de ahora en adelante adquiere categoría de protección patrimonial; merecimiento que atestiguan los valores perdurables que distinguieron a ese artista nuestro en la una sonoridad que caracterizó a su banda gigante, así como la voz y el sello inconfundibles que tipificaron las más notables composiciones e interpretaciones de ese ídolo de habla hispana en la segunda mitad del pasado siglo.
La tumba de Maximiliano Bartolomé Moré, el Bárbaro del Ritmo, fallecido en La Habana el martes 19 de febrero de 1963, con solo 43 años de edad, está revestida en mármol gris, y tiene en la parte superior una cruz a relieve y en la posterior, en letras doradas se distingue un estribillo inconfundible que da título a una de sus composiciones antológicas: «Lajas, mi rincón querido, pueblo donde yo nací», dedicada a su terruño.
Allí van los devotos del cabildo de Los Congos, los amigos, los descendientes y también los admiradores de un músico popular que hizo concluir en su estro artístico particularidades de la trova tradicional cubana, del son, el danzón y los timbres en boga, con temas en los que enaltece a la guajira, la grandeza de la mujer, los pueblos más significativos de la Isla, y el inconfundible amor o la pasión abrigada por sentimientos poéticos extraídos de los ancestros africanos y españoles.
Junto a la declaración de la Comisión Nacional de Monumento (CNM) del Ministerio de Cultura de Cuba, no solo se distingue al recinto funerario del Bárbaro del Ritmo en el cementerio de Lajas, sino también como sitios protegidos relacionados con la niñez, la juventud temprana y el desarrollo ulterior de la música de este artista, entre los que destacan el casino de los Congos —con sus toques de Macuta—, la escuela donde cursó los primeros estudios, el Café Cuba, la estación ferroviaria y la vivienda que mandó a construir a su madre luego de agenciados los primeros ingresos monetarios como compositor e intérprete consagrado en el plano internacional.
Hasta el domingo sesionan en Lajas, provincia de Cienfuegos, a 240 kilómetros al sudeste de La Habana, actividades culturales y un coloquio teórico en ocasión de celebrarse en xviii Festival Internacional de Música Popular «Benny Moré», en el cual intervienen el intérprete Augusto Enríquez, uno de los máximos difusores de la obra compositiva del Sinsonte Lajero, así como el sonero Adalberto Álvarez; y se desarrollarán acciones danzarias, del folklore congo, yorubá y campesino, tres líneas artísticas que confluyen en el mensaje literario de las vocalizaciones del Benny, el más singular de los cantantes cubanos por sus sólidas repercusiones en artistas que le sucedieron en el tiempo.
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