Socialismo del siglo XXI
El Socialismo del siglo XXI es un concepto ideado por A.V.Buzgalin en una publicación originalmente en ruso en 1996 y en español en el año 2000. En efecto el primer texto sobre el tema no es el de Heinz Dieterich, sino uno del autor ruso titulado "El Socialismo del siglo XXI" (160 pp., Guanabo, Cuba, Enero 20, 2000, Costo 9 euros).
El de Heinz Dieterich Steffan, es posterior, a partir de 1996,] y muy difundido desde el 30 de enero de 2005, por el Presidente de Venezuela, Hugo Chávez en ese entonces desde el V Foro Social Mundial. En el marco de la revolución bolivariana, Chávez ha señalado que para llegar a este socialismo habrá una etapa de transición que denomina como Democracia Revolucionaria.
Hugo Chávez expresó “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad” en un discurso a mediados de 2006. Además, este socialismo no está predefinido. Más bien, dijo Chávez “debemos transformar el modo de capital y avanzar hacia un nuevo socialismo que se debe construir cada día”.]
A su juicio por las condiciones presentes en el actual mundo globalizado, esta transición será bastante prolongada. Dentro de este concepto sería definitivamente esta versión de socialismo libertario y socialismo democrático el camino a seguir, contrario a otros modelos de gobierno y economía.
Estructura Ideológica
Hugo Chávez y Néstor KirchnerDieterich, en su obra Socialismo del Siglo XXI se funda en la visión de Karl Marx sobre la dinámica social y la Lucha de clases. Dieterich profundiza la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy, incorporando los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, develando sus limitaciones, entregando propuestas concretas tanto en la economía política como en la participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación. El modelo del socialismo del siglo XXI se sustenta en cuatro ejes: El desarrollismo democrático regional, la economía de equivalencias, la democracia participativa y las organizaciones de base.
Praxis Teórica Dieterich no establece un modelo único y absoluto para lograr una sociedad democrática, participativa, socialista y sin clases sociales. Más bien establece una metodología para elaborar lo que denomina El Nuevo Proyecto Histórico' cuyos pilares estratégicos son el Bloque Regional de Poder (BRP) que sería la integración económica y política de los Estados Progresistas de la región y el Bloque Regional de Poder Popular (BRPP) que correspondería a la coordinación continental de los movimientos sociales que apoyen a la implementación del Socialismo del siglo XXI. A eso, se suma la colaboración igualitaria y solidaria entre los Estados y los movimientos sociales, es decir, entre el BRP y el BRPP. La autogestión y la idea de Comunidades Creativas y Sostenibilidad, ideario de Ezio Manzini y la Red Mundial para el Diseño Sostenible son igualmente prácticas tangibles de este nuevo modelo.
Economía de equivalencias
Rosa de PetersDieterich en el Socialismo del Siglo XXI propone un modelo económico que no esté basado en el precio de mercado, fundamento de la economía de mercado y del capitalismo, a los que considera fuentes de las asimetrías sociales y de la sobre explotación de recursos naturales.
Propone lo que denomina una economía de valores fundado en el valor del trabajo que implica un producto o servicio y no en las leyes de la oferta y la demanda. Este valor del trabajo se mediría sencillamente por el tiempo de trabajo que precisa un determinado producto o servicio;[3] además de los valores agregados a dicho trabajo, es decir, el tiempo de trabajo que se usó para producir las herramientas o servicios que se emplean en el trabajo mismo, lo cual a su vez lleva a un ciclo complejo de tiempos de trabajo sumados recíprocamente. Para solucionar el problema práctico que implica la teoría de la Economía de valores Dieterich sugiere usar la Rosa de Peters.
Para Dieterich, el modelo de mercado ha puesto su atención principalmente en los alcances de la ganancia y la propiedad, desvirtuando completamente el sentido de la economía. En este sentido, el modelo responde a lo que denomina "crematística", una perversión de la economía donde el acento está puesto en la ganancia. Según él, la economía política no debe operar como la forma en que unos pocos se hacen ricos, sino con un criterio de productividad.
En este sentido, el precio, como principio operativo y cibernético de la economía, determina dónde invertir, por cuanto trabajar, cuanto y qué comprar, cuánto y cuándo ahorrar y es, por lo tanto, la hebra ordenadora del sistema.
Para que el mercado funcione eficientemente, debería existir el suficiente poder adquisitivo para comprar, una formación libre del precio, un mercado que no sea monopólico y un Estado de derecho eficiente y no corrupto.
Ante la eficiencia ordenadora del sistema de libre mercado, la planificación de un modelo socialista resulta insuficiente y deformadora de la interconexión en un mundo globalizado. Así, los incesantes intentos históricos para remediar las injusticias de la economía de mercado han fracasado sistemáticamente. Las correcciones del sistema a través de la educación, la redistribución estatal, la expropiación y la democracia obrera, no han resuelto satisfactoriamente la impecable eficiencia cibernética que el modelo de libre mercado impone en las redes globales.
El modelo del socialismo del siglo XXI debería estar basado en una ecuación donde el valor (precio) del producto, se vinculara la equivalencia sobre los tiempos de producción y a la democracia participativa. De esta manera, la redistribución y los cambios a nivel de educación deberían recoger los intereses reales de las personas que estructuran y definen los sistemas político-económicos. Para Dieterich, el socialismo del siglo XXI es la ampliación y profundización de la democracia participativa, donde las dimensiones de lo cotidiano, lo estético y lo racional-crítico deben estar incorporadas al cambio social.
Crítica a la propuesta
El proyecto de Economía de valores no está profusamente detallado en el Socialismo del Siglo XXI, ni considera el grado de complejidad de determinados trabajos que exigen especializaciones científicas, y cuyo tiempo de trabajo no puede ser valorado de la misma manera que los trabajos no especializados. Tampoco considera el valor físico de la producción energética sobre el consumo energético de un determinado trabajo, conocido como tasa de retorno energético (TRE), algo fundamental para el desarrollo social, tecnológico y humano de una sociedad.
Constante Reformulación [editar]Heinz Dieterich Steffan, al final de su obra, llama a un debate abierto y constructivo para mejorar el proyecto del Socialismo del Siglo XXI, lo cual indica que dicha ideología sigue reformulándose.
Dieterich plantea que "la estatización de los medios de producción no resuelve el problema de la economía socialista del Siglo XXI. El problema económico de la nueva civilización es informático, la sustitución del precio por el valor objetivo del trabajo".
Representatividad Democrática : Tricameralidad y Democracia Directa [editar]Los proponentes de la tricameralidad argumentan que la representación de la comunidad en cada nivel (municipal, autonómico o estatal, nacional o federal, etc.) es un problema complejo y que tiene tres fuentes (la ideológica, la sindical y la territorial). Para resolverlo se postura la existencia de tres cámaras en cada uno de los niveles citados (municipal, autonómico o estatal y nacional o federal/confederal).
La Constitución Bolivariana de 1826 es un ejemplo de Constitución Tricameral.La centralización y concentración del Poder Legislativo era consecuencia inevitable de la cooptación y también del arbitraje que se esperaba de su composición tricameral. La tricameralidad –según Simón Bolívar– debía resolver los conflictos suscitados entre las Cámaras “por falta de un juez árbitro, como sucede donde no hay más que dos Cámaras” y ninguna ley quedaría sin efecto, o, por lo menos, habría sido “vista una, dos y tres veces, antes de sufrir la negativa.
En el Socialismo del Siglo XXI se redefine el concepto Soberanía en sus dos vertientes:
Soberanía Política: fruto de los representantes elegidos por los ciudadanos en los órganos habilitados para ello: Parlamentos y Partidos Políticos.
Soberanía Social: representada por dos ámbitos diferentes del ideológico (que estaría representado por el punto 1) el socio-económico (sindicatos y el consejo económico social y/o patronal) y el territorial ciudadano (Senado).
Frente a las grandes innovaciones se propone una constante reformulación de pequeños cambios que a mediano o largo plazo producen una mejora continua del sistema. Para este rol cobran especial relevancia todos los actores:
Actores de la Democracia Representativa: representantes de la Soberanía Política (Partidos Políticos) + Representantes de la Soberanía Social (Senado + Cámara Socio-Económica).
Actores de la Democracia Directa: la reformulación ideológica parte de un proceso de mejora continua que parte de la base ciudadana, de alta implicación y de su continua interacción con los agentes de la Democracia Representativa.
Objetivo : Una Democracia de Calidad Total [editar]La Democracia de Calidad Total constituye una metodología de mejora continua del sistema democrático. Esta metodología es aplicada desde un punto de vista de Democracia representativa más la Democracia participativa.
Origen
La Democracia de Calidad Total, objetivo del Socialismo del Siglo XXI, tiene como metodología activa el Kauzolan. El Kauzolan combina la filosofía o metodología japonesa del Kaizen, aplicada originalmente en el sistema productivo industrial, con las antiquísimas experiencias participativas como el auzolan vasco, la andecha gallega, el coor irlandés o las prácticas comunales andinas denominadas minka. Dos son por tanto las bases de la metodología de una Democracia de Calidad Total: Kaizen + Auzolan, a saber:
Kaizen ]La puesta en práctica de la metodología Kaizen tendría como efecto:
Flexibilidad y Adaptación el ciudadano en un contexto socio-político globalizado: Shoyinka.
Fomento de la Participación y de las ideas innovadoras: Soifoku.
Autocontrol o Veto de la ciudadanía ante los defectos político-gobernamentales : Jidoka.
Auzolan
Es una forma antiquísima de trabajo en común vecinal. Es el ayuntamiento o la simple reunión de vecinos donde se determina cuándo y por quiénes ha de efectuarse la prestación. La institucionalización del auzolan la vemos cristalizada en las cofradías administradoras de montes y tierras comunales.
Principios Orientación al Ciudadano: el ciudadano es productor de Democracia. Consituye medio y fin. La cadena se detiene cuando un ciudadano "VETA".
Identificación de Agentes: Comunidad ideológica o política, comunidad territorial, comunidad socio-económica. Instrumento: Parlamento Tricameral (Senado/Parlamento/Cámara Socio-Económica).
Principio de Autodeterminación: todos participan en la comunicación/determinación de metas.
Hugo Chávez y El Socialismo del Siglo XXI
Actualmente el gobierno de Hugo Chávez, presidente de la República Bolivariana de Venezuela, plantea estar avanzando hacia el Socialismo del Siglo XXI, aunque aún con una institucionalidad incierta de dicho socialismo. Efectivamente se ha avanzado en el eje del desarrollismo democrático nacional y regional, pero aún falta dar el paso a la implementación efectiva de los otros ejes, instituciones pilares del Socialismo del Siglo XXI. El mandatario Rafael Correa, presidente de la República de Ecuador, y movimientos sociales ecuatorianos ya han manifestado su entendimiento y voluntad de generar e implementar un proceso que conduzca a Ecuador hacia la institucionalidad del Socialismo del Siglo XXI.
A comienzos de 2007, el presidente venezolano mostraba sus referencias teóricas, frente a la cúspide eclesiástica de su país expresó «Les recomiendo a los obispos que lean a Marx, a Lenin, que vayan a buscar la Biblia para que vean el Socialismo en sus líneas, en el viejo y nuevo testamento, en el sermón de la montaña.».[4] En el mismo acto, Chávez afirmó compartir ideas trotskistas, como la revolución permanente.[5]
Chávez ha afirmado que el Socialismo del Siglo XXI acepta la propiedad privada[6] (a diferencia de la postura marxista-leninista.[7] [8] ) y debe nutrirse de las corrientes mas auténticas del Cristianismo, dentro de una democracia participativa y protagónica y debe conjugar igualdad con libertad.[9]
Socialismo del siglo XXI [editar]A pesar de que al inicio la desintegración y lucha individual por el progreso hizo el hundimiento del socialismo ortodoxo en muchos países, principalmente la URSS y Europa Oriental, se mantiene en países como Cuba, Corea del Norte, Libia y Vietnam. Ha adoptado algo de flexibilidad y en algunos casos un considerable desarrollo, que aunque no alcanzan al auge de una vez han subido y restaurado en parte su economía, como Vietnam y Cuba.
La geopolítica neoliberal, que se supone sería causada por la globalización corporativista, ha provocado según estos movimientos, tales daños sociales y económicos a muchos países, tanto desarrollados como los llamados del Tercer Mundo (que también se les atribuyen corrupción y autoritarismo por parte de partidos políticos y gobiernos), que habrían provocado un despertar de un nuevo tipo de socialismo democrático y la caída y desprestigio del sistema democrático liberal en muchos países.
Como ya se indicó, el significado dado al socialismo es muy amplio y puede variar según el exponente al igual que los proyectos que aplicarían, aunque normalmente se refieren al socialismo democrático-estadocéntrico o de partido (parlamentario) y su modelo suele ser el de políticas económicas internas intervencionistas, y mercantilistas en comercio exterior. Según Heinz Dieterich lo que en América Latina se denominan actualmente gobiernos socialistas, son más bien intentos de aplicación contemporáneos de las políticas de la economía social de mercado y el Estado social de la democracia cristiana de antaño.
Críticas [editar]Existen algunos críticos al Socialismo del Siglo XXI, generalmente provienen de sectores tanto de la derecha como de la izquierda. Algunos marxistas lo consideran un socialismo falaz[10] y la derecha estima que se basa en ideas caducas y perimidas.[11]
Desde diversos sectores sociales e ideológicos allegados a la acción y movimientos populares de base se alega que no es posible hablar seriamente de un socialismo del siglo XXI si antes no se realiza una crítica profunda del "socialismo real" que existió el pasado siglo en URSS y Europa del este y así como de otros modelos estadocéntricos, porque si no se establecen las causas de su fracaso se pueden repetir los mismos y terminar en un nuevo fracaso que convierta la situación en algo peor que el problema que se buscaba solucionar[cita requerida]. De los personajes que se han mostrado abiertamente en contra del Socialismo del Siglo XXI podemos encontrar a Mario Vargas Llosa, quien ha mostrado su opinion en diversas publicaciones hechas en periódicos latinoamericanos.
El ex-presidente español José María Aznar ha sido un importante crítico de esta ideología. En una conferencia dictada en la ciudad de Guatemala expresó: "El Socialismo del Siglo XXI es lo mismo que el Socialismo del siglo XX solo que más aburrido, puesto que ya sabemos como termina".[cita requerida]."Coartar las libertades, no respetar la ley, debilitar el estado de derecho, son las políticas que ampara el denominado socialismo del siglo 21" afirmaba en Septiembre de 2007 al ofrecer una conferencia sobre la libertad en América Latina. Además aseguró que el socialismo del siglo 21 tiene fórmulas totalitarias y autoritarias y es la peor de las recetas posibles para el futuro de Latinoamérica".[12]
Pablo da Silveira[13] publicó el artículo "El socialismo chavista" en el diario "el País", en el que señala las siguientes características del socialismo chavista: En primer lugar, el culto al líder. Todo el tiempo uno está recibiendo el mensaje de que la "revolución bolivariana" y su conductor son inseparables. Un segundo rasgo es la ausencia de todo mecanismo institucional que asegure un gobierno limitado. Un tercer rasgo llamativo es la permanente intimidación, sustentada en dos métodos principales. El primero es el recurso a una violencia no institucionalizada. En la Venezuela de hoy se acumulan las muertes inexplicadas de periodistas. Las agresiones físicas (incluyendo palizas tremendas) han pasado a ser un riesgo del oficio. El otro método de amedrentamiento son los piquetes que se movilizan "espontáneamente" contra los opositores y otras personas consideradas indeseables. La primera es que todos los manifestantes llevaban la misma camisa roja. La segunda es que esas manifestaciones tenían horario de oficina: los vociferantes llegaban a media mañana, desaparecían a la hora del almuerzo, volvían poco después y se iban hacia el final de la tarde. Una última característica visible es el uso sistemático del lenguaje como arma de descalificación. El catálogo de insultos y agresiones verbales es casi infinito. La acción de los medios opositores es definida por Chávez como "envenenamiento mediático". La descalificación del adversario es un viejo mecanismo para facilitar su posterior destrucción. Por eso Hitler trataba a los judíos de "sub-humanos" y Fidel Castro trata de "gusanos" a sus opositores. El culto a la figura conductora, la eliminación de los mecanismos que limitan la acción del gobierno (para lo que se suele recurrir a reformas constitucionales), el uso de la violencia no institucionalizada y de la "movilización popular" para amedrentar a los adversarios y, finalmente, el empleo del lenguaje como arma descalificatoria han sido señalados desde siempre como rasgos típicos del fascismo. La Venezuela de la actualidad se parece mucho a la Italia de los años treinta. Y eso no debería sorprendernos. Después de todo, Mussolini fue un dirigente del Partido Socialista italiano que decidió seguir un camino propio por considerar demasiado tímidos los métodos políticos tradicionales.
El Arzobispo de Mérida, Mons. Baltazar Porras, indicó que el socialismo del siglo XXI al que se refiere el Gobierno venezolano es indefinido ideológicamente, busca “distraer la atención” y “parece más bien un supermercado”. En entrevista concedida a Unión Radio, el Prelado comentó así la incomodidad del Gobierno nacional por el documento que emitió la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) exigiendo una definición del socialismo del siglo XXI al que se refiere. Para el Arzobispo, otras características de este socialismo son el populismo, el autoritarismo y el militarismo.
Socialismo del Siglo XXI en Europa [editar]El Socialismo del Siglo XXI ha sido especialmente acogido en Alemania de mano del Partido de Izquierda o Die Linkspartei, de diferentes movimientos universitarios y de ex-altos cargos de la República Democrática Alemana como Egon Krenz. La antigua Alemania del Este está siendo el caldo de cultivo para un nuevo Socialismo del Siglo XXI.
En España destaca el Partido Carlista con una difusa ideología socialista-monárquica autogestionaria y de nueva izquierda. Con una base sociológica mediana en el País Vasco, en 1998 fue uno de los partidos y asociaciones firmantes del Pacto de Estella, y en 2005 se pronunció en contra de la Constitución Europea. Venezuela fue destino de muchos militantes de esta formación durante la represión franquista. El ex-presidente del Partido Carlista, Carlos Hugo de Borbón Parma, en 2004 publicó el libro "Algunas Reflexiones sobre el Socialismo del Siglo XXI", el cual, entre sus líneas, expresa textualmente lo siguiente:
"El socialismo que ha muerto es el socialismo autoritario orientado hacia el control del ciudadano por una política monopolizada o controlada desde el partido único, que reclamaba un reparto del fruto de la propiedad y de la producción, pero no un simultáneo reparto del poder. Este socialismo sí ha muerto. El socialismo como ideal humano de construcción política, basado en la participación del ciudadano, en el control de su vida política y económica, así como en el reparto de los bienes, no ha muerto. Hay que decirlo una y otra vez: un proyecto socialista se hace hoy imprescindible."
Referencias Entrevista a Heinz Dieterich
↑ Los errores del estalinismo burocrático frente al Socialismo del Siglo XXI y “Socialismo Siglo XXI”.
↑ "...Podemos decir, que un intercambio es justo, cuando ninguna de las personas que participan en él, es explotada. Esta condición ---ausencia de explotación--- se cumple, cuando en el intercambio se entregan exclusivamente esfuerzos laborales iguales. Esos esfuerzos, medidos en tiempo, se llaman en la economía política “valores”. Objetivamente justo es un intercambio, por lo tanto, cuando todos los participantes se quedan al final de las transacciones con valores (esfuerzos) iguales o equivalentes...6. Lo que determina la justicia de un intercambio no son, por consiguiente, las formas de pago, sino los términos de intercambio (terms of trade, T.o.T.), ya identificados por Adam Smith para el comercio internacional como el intercambio de volúmenes o cuantidades de trabajo concretizado...7. En conclusión: Para que el intercambio, en cualquier momento de la historia y en cualquier tipo de economía, sea justo, es imprescindible que existan dos condiciones: 1. los sujetos económicos que realizan el intercambio, necesitan conocer el valor objetivo (tiempo incorporado) de cada producto/servicio; 2. tiene que haber un poder real (Estado, ética, control público) que garantiza el cambio de equivalentes, es decir, valores o, lo que es lo mismo, esfuerzos laborales cuantitativamente iguales...9. En la crematística, el intercambio se realiza vía el precio, no el valor. Esto es así porque el precio es la expresión del poder de cada sujeto económico en las esferas de circulación (mercados). El más poderoso determina el precio, que, a su vez, es el instrumento de apropiación del excedente económico.
En una sociedad de clase el poder está en manos de las elites dominantes. Quitarles el sistema del precio mediante el sistema del valor, significa quitarles su mecanismo de acumulación del capital y, en consecuencia, su existencia como clase dominante. La derecha ha entendido esto, la “izquierda” sectaria y dogmática no, y el socialoportunismo evade el debate...· más en Cristóbal Colón y la persistente confusión entre trueque y economía del valor.
↑ Chávez instó a funcionarios de la Iglesia Católica venezolana a ocupar su lugar
↑ Transcripción del discurso presidencial del 8 de enero de 2007
↑ Chávez: socialismo acepta la propiedad privada
↑ Chávez defiende propiedad privada frente a marxistas leninistas
↑ Chavez defiende propiedad privada frente a marxistas leninistas
↑ Presidente Chávez define Socialismo del siglo XXI
↑ Los especuladores y acaparadores, los grandes capitales, la burguesía apéndice del imperio y parasitaria de los Estados nacionales han encontrado en el renegado Heinz Dieterich un gran aliado. Recientemente, 19/02/07 (días de carnaval), en una entrevista realizada por un periódico de circulación nacional, Ultimas Noticia, Dieterich disfraza su retorica con harapos difíciles, por el pueblo, de identificar. En ella, dice lo siguiente: “Estatizar la propiedad privada no lleva al socialismo”…"Si la propiedad del Estado fuese socialismo, ya con (el rey) Carlos V tendríamos socialismo en América Latina, porque cuando llega la Corona Española a América, toda la propiedad de la tierra, el subsuelo y lo que está arriba es patrimonio del rey, pero eso era feudalismo, no socialismo. La única vía posible es una economía mixta, que tendría tres sujetos, el Estado, la empresa privada y la propiedad social, como cooperativa" más en Dieterich, un Zar de la manipulación
↑ En síntesis: tiene escaso sentido tomarse demasiado en serio el Socialismo del siglo XXI en un plano teórico, aunque sí cabe medir con tino su función política. No aporta nada nuevo en el nivel de la teoría, y en tanto se entiende lo que sus promotores plantean, es claro que nos hallamos frente a un retroceso intelectual a los postulados de aquellos a quienes Marx llamaba "socialistas utópicos", es decir, al retroceso hacia una concepción arcaica de sociedad, con intercambios económicos primitivos. No obstante, como ya sugerí, el Socialismo del siglo XXI renueva un mito que se niega a morir. más en Socialismo: fracaso y mito
↑ http://www.ieep.org.ec/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=867
↑ (Montevideo, 1962) Doctor en Filosofía por la Universidad de Lovaina (Bélgica), actualmente profesor de Filosofía Política en la Universidad Católica del Uruguay (Montevideo). Además de numerosos artículos en revistas especializadas de Europa y América, ha publicado los libros "La segunda reforma" (1995), "Historias de Filósofos" (Alfaguara/Fundación Banco de Boston, 1997) y "Le débat libéraux-communautariens" (1997, en colaboración con André Berten y Hervé Pourtois).
↑ http://15cajas.blogspot.com/2009/06/el-socialismo-chavista-articulo-de-el.html
↑ http://www.aciprensa.com/noticia.php?n=15386
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